Nuestra Historia
Allá por el año 1860 en Beitjala, exactamente al lado de Belén, donde hoy se conoce como Palestina, nació un hombre que más adelante iba a hacer historia por su visión emprendedora y futurista característica que jamás escondió en todas las actividades de su vida.
Ese hombre que hoy por hoy descansa en la paz celestial fue el señor Domingo J. Larach Tabja, un personaje que desde muy joven trabajó en labores que requerían esfuerzo físico y de muchas horas de faena para lograr sostener a su familia, que aún en aquel entonces residía en Palestina.
Antes de decidirse venir a la América como decían los Árabes, Don Domingo se dedicaba a realizar construcciones y además tallar columnas para templos que todavía se conservan en la carretera que de Belén conduce a Jerusalén, esto sé lo contaron a don Napoleón J. Larach, ancianos que actualmente están jubilados y ahora sólo descansan y admiran sus obras, en uno de sus viajes a Tierra Santa.
Después de haber trabajado incesantemente y cuando inicia la dominación turca don Domingo decide solicitar un pase de permiso para viajar a la América, su destino era Chile, pero durante la travesía hacia América que tardaba unos dos meses, conoció personas que le recomendaron llegar a Honduras, por ser tierra llena de oportunidades para quien deseaba trabajar.
Durante ese trayecto llegaron a Panamá y luego por el Pacifico a Guatemala hasta llegar a Puerto Barrios y luego a Puerto Cortés y finalmente a San Pedro Sula donde decidió quedarse y fue así como se instaló para comenzar una nueva vida de comerciante individual, ya que desde que llegó traía consigo alguna mercadería la cual vendía de casa en casa, vendiendo al crédito y al contado.
A medida que pasaba el tiempo visualizó que había demanda como para continuar el negocio del comercio ya que la gente respondió positivamente a todos los artículos y productos que vendía.
herramientas para las áreas de carpintería, pintura, ebanistería, ferretería y todo lo relacionado. Igualmente la tienda vendía vestidos para mujer marca Florshein, zapatos, azúcar, frijoles, ropa intima y por un tiempo hasta sirvió de deposito de café para los cafetaleros de la época, quienes confiaban en la responsabilidad y seriedad de Don Domingo.
Hablar del fundador de la actual tienda Comercial Larach, Domingo Larach, es hablar de un hombre que siempre mantuvo viva la llama del entusiasmo por el éxito, sin importarle estar lejos de su tierra natal y sobrepasando cualquier obstáculo para lograr sus propósitos.
Como buen comerciante se trazó como meta ubicarse en la calle del comercio de San Pedro Sula en el año 1900, específicamente en la tercera avenida Para entrar en detalles luego que se estableció en Honduras Don Domingo Larach vinieron sus hermanos, Sabas, Jacobo y Sabman, quienes también se dedicaron a trabajar duro para poder salir adelante. Y por su lado Don Domingo siguió con su proyecto
de la tienda la cual llevaba su mismo nombre “Tienda Domingo J. Larach”, ubicada como dijimos anteriormente en el mismo lugar, pero era de madera, y al fondo vivía Don Domingo y su familia, esto en 1900.
Para poder tener el negocio y al mismo tiempo habitar el lugar para vivir, Domingo ideo hacer el negocio como en forma de U y tener su casa de habitación en el fondo, mas adelante por la misma demanda y movimiento pensó en algo mas seguro y grande. Ya en 1904, se construyo el edificio de concreto sólido, primero que se construía de cemento en San Pedro Sula, por lo que causo gran sensación y novedad entre los habitantes de la capital industrial del país, al ver el primer negocio de concreto. Entre los productos y artículos que se vendían se encontraba los materiales de construcción.
En 1941, el almacén se denominaba Juan D. Larach, tal y como se observa en la fotografía
Con el paso de los años Don Domingo fue tomando más popularidad y sus mercaderías eran muy solicitadas en todos los lugares donde llegaba, fue por eso que trató de buscar un lugar fijo donde tener su negocio y poder establecerse en un lugar céntrico.
Un local que le vendió Don César Fúnez. El local era exactamente donde actualmente se encuentra el Comercial Larach, La Curacao. La propiedad que comprende el parqueo privado de Comercial Larach era terreno de Doña Victoria Nuila quien posteriormente lo vendió a Comercial Larach.
Don Domingo J. Larach, Fundador de Comercial Larach en el año 1,900
En el centro se aprecia la tienda llamada en esa época Domingo J. Larach. (La flecha señala el lugar donde funcionaba el almacén en 1900)
En el año 1923, la calle del comercio cuando se celebraba una carrera de caballos, frente a Comercial Larach
El 21 de octubre de 1928 se llevó a cabo una manifestación Liberal a favor de la candidatura de Mejía Colindres-Díaz Chávezs, Frente a Comercial Larach
El señor Juan D. Larach, padre de Napoleón J. Larach y uno de los fundadores de este prestigiado comercial.
Ahora COMERCIAL LARACH, continua creciendo gracias a la preferencia del pueblo sampedrano y hondureños en general y al empuje empresarial de sus propietarios lo que ha hecho que este almacén en la actualidad crezca cada día, inaugurando su nueva tienda ubicada en barrio Las Acacias.
En la actualidad vale la pena poder recordar con orgullo y satisfacción como inician las grandes empresas, principalmente si estas han surgido del trabajo arduo y tesonero de una familia que en todo momento mantuvo viva la llama del entusiasmo y la convicción de hacer las cosas bien.
Y para retroceder un poco en el tiempo conversamos con el empresario Napoleón Larach, propietario de Comercial Larach quién con un aire de nostalgia nos comenta como llegaron sus abuelos a Honduras y específicamente a San Pedro Sula. Inicia su remembranza cuando allá por el año 1900 vinieron al país su abuelo Domingo J. Larach junto a sus hermanos Sabas, Salomón y Jacobo, quienes observaron que había demanda como para suplir algunas necesidades, fue así como decidieron radicar en Honduras.
Según relata Don Gonzalo Luque (Q.D.D.G.) en su libro Memorias de un Sampedrano, en la página 39 del mismo hay un párrafo dedicado a estos hermanos y el mismo dice textualmente:
“Los hermanos Domingo, Sabas y Jacobo empezaron su gran capital vendiendo como buhoneros con grandes bojotes en la espalda, dos valijas cada uno. Ofrecían su mercadería de casa en casa, dejando un corte de género a pagar un pesó semanal, después alquilaron y compraron la casita de madera de Don César Fúnez, donde ya se establecieron en forma y donde después construyeron el edificio donde está Pablo y Comercial Larach”.
De esta manera describe la lucha diaria de la familia Larach en el año 1900, Don Chalo Luque, un hombre 100 por ciento sampedrano y que conoció perfectamente la historia de centenares de familias nativas y extranjeras que vivían en la ciudad de ese entonces. Ya en 1904, se construyó el edificio, primero que se construía de concreto sólido en San Pedro Sula, y donde nació posteriormente la tienda con el nombre de Domingo J. Larach.
Luego se formo una sociedad con los hermanos y se llamó Domingo J. Larach y Hermanos, la misma duró algunos años funcionando como tal.
Con el transcurso de los años asocio también a sus hijos con el nombre de Domingo J. Larach y Hermanos sucedieron al negocio sus hijos, Juan D. Larach (Padre de Don Napoleón Larach) y Pablo D. Larach.
Posteriormente la tienda se llamaba Juan D. Larach, a la misma le sucedieron con el nombre de Juan D. Larach y Compañía para finalizar con el nombre que actualmente tiene, COMERCIAL LARACH en 1963. Un detalle importante es que la tienda en sus inicios se organizo en un sistema por departamentos y ya en ese tiempo se vendían materiales de oficina, construcción y artículos para el hogar, al por mayor y menor.